EN EL TEATRO REGIO SE ESTRENA “UN MECHÓN DE TU PELO”, PIEZA CONCEBIDA POR LUIS CANO JUNTO CON EL DÚO TEATRAL ÁCIDO CARMÍN, INTEGRADO POR EUGENIA ALONSO Y GABY FERRERO. EN ESTA NOTA, EL AUTOR DE “LOS MURMULLOS”, QUIEN TAMBIÉN ASUMIÓ EL PAPEL DE DIRECTOR, REFLEXIONÓ ACERCA DE SU TRABAJO Y DEL NUEVO “CICLO DE MERCURIO”, QUE LO TENDRÁ COMO PADRINO.


UN MECHÓN DE TU PELO. Foto: Carlos Furman


Desde el nacimiento de su alianza creadora en los años “90, las “Ácido Carmín” convocaron a diversos directores teatrales para abordar sus proyectos. En el caso de Un mechón de tu pelo, fue Luis Cano quien escribió un texto para dirigirlas, y su punto de partida fue una serie de reuniones en 2015, en las que se juntaron a leer textos de Pietro Aretino mientras charlaban y tomaban algo: “Nos tentaba mucho la idea de actuar en un espacio que no tuviera previsto hacer teatro y yirar por ahí haciendo el espectáculo”, dice Cano. “Hablábamos también de usar una tabla y disponer objetos encima. Y yo tenía la idea de ir sirviendo una mesa durante toda la obra. Teníamos el deseo de compartir, de crear un espacio común. Después de poner a circular estas imágenes, durante el verano pasado me puse a leer libros de Antonio de Guevara, un par de memorias de Strindberg, Manual y espejo de cortesanos de Martín Pérez, cartillas de urbanidad tradicionales, un libro maravilloso de Bill Bryson sobre la vida privada, otros de Erving Goffman, algunas reglas de protocolo y etiqueta, Bachelard, Lévi-Strauss y la ópera Diálogo de Carmelitas de Francis Poulenc. Después del placer de leer, me senté literalmente a escribir una obra para Gaby y Eugenia”.

Acerca de su experiencia de trabajo con “las carmines”, como él las llama, asegura que, más allá de pensar y actuar de maneras diferentes, son un ejemplo de lo que se dice “tener química”. “Logran combinar lo diverso, logrando una fórmula llena de sobreentendidos y tensiones”, asegura. “Insinuante y sutil. Con un cuidado minucioso sobre cada detalle”. Además, confiesa que en esta experiencia “fuerte, muy agradable y a veces desesperante”, valora trabajar con actrices que tienen tantas virtudes y cualidades: “Parte de mi tarea es animarlas para que se `saquen chispas´ y se luzcan. Y ellas lo hacen. En cada ensayo nos divertimos, aprendemos, nos desafiamos. Apenas hace un rato iba escribirles en nuestro grupo de whatsapp lo mucho que me gusta trabajar con ellas. Ahora se los digo en esta entrevista”.

En cuanto a los personajes de la obra (y vale aclarar que el dramaturgo trabaja sin hacer comentarios calificativos sobre los personajes), adelanta: “Luchan para mantener su trabajo y nunca se dan por vencidas. Cumplen órdenes, pero no se entregan. Sé que imaginan otra forma de vivir y se distraen, pero no se descuidan. A veces necesitan dormir y encogen el cuerpo en una escalera… Ver esa voluntad y toda su energía me resulta conmovedor”. Es este tipo de agudeza, de sensibilidad, características en la mirada de Luis Cano, quien ya ha estrenado otras piezas en el CTBA como Los murmullos, Hamlet, Coquetos carnavales y Se fue con su padre. 

Un mechón de tu pelo se inscribe a la perfección en el Ciclo de Mercurio, que propone un espacio de experimentación en un gran escenario como el del Teatro Regio, dotado de una maquinaria impensada en las pequeñas salas del teatro independiente. Cano, padrino del ciclo, se refiere justamente a la instancia de ensayos donde se encuentran detallando los vínculos y precisando el hilo de la acción: “Nos interesa desplegar lo que sucede entre un momento y otro. Tratamos de concretarlo y, al mismo tiempo, de no fijar marcaciones. Una vez expuesto, pretendemos borrar el signo y, en su lugar, presenciar la agitación de las actrices, con sus vacilaciones. Así, la escena nos permite ver variantes mucho más intensas. Es una etapa muy placentera”. En ese marco surgieron preguntas como: "¿Qué línea íntima va desde un gesto a una mirada determinados?”, “¿Cómo circula esa energía que corre a través de la obra?”. Y aunque provisorias, algunas respuestas parecen revelarse poco antes del estreno: “Siempre decimos que una obra es un viaje, pero sólo ahora sospechamos (temporalmente) cómo atravesarlo”.  

Finalmente, Cano opina del quehacer teatral, específicamente en torno a su papel de director: “Dirigir es tantas cosas… Ponerse en lugar de alguien, mirar por primera vez, señalar un punto lejano, hacer preguntas, escuchar, lograr situaciones, encontrar un nuevo lenguaje, acompañar a quienes actúan, buscar maneras de comunicarse, posibilitar que pase algo y ver si puede volver a pasar, articular cosas diversas, colaborar con artistas, tomar decisiones, asumir más y más decisiones. Casi nada”.


UN MECHÓN DE TU PELO

Autor y director: Luis Cano.

Desde el miércoles 5 de octubre

Teatro Regio