24 EXPOSICIONES

Una construcción entre imágenes y palabras a lo largo del tiempo

MUESTRA 24/

El brillo cegador

Hace unas semanas, Lara escribía que sus preguntas e ideas en relación a la Fotografía en éstas Veinticuatro exposiciones eran distintas a las de Ariel y a las mías.

No coincido con mi muy querida amiga pero dudo de si ésta entrega sea el lugar para explicar mis razones; no por cuestiones de timidez o espacio, sino porque me parece más importante señalar lo que Lara evidencia: en éste comité curatorial conviven distintas posiciones, cada una de ellas única, particular y atenta a las demás. El resultado está a la vista: piezas moldeadas a seis manos.

Cada vez que hablamos con Lara y Ariel a propósito de un posible proyecto, siento a la música que tocamos disolverse en un todo mayor, haciéndole lugar al sonido que escuchamos aún desde lejos y que en algún momento podrá adoptar (o no, como ocurre a menudo) alguna forma.

Muy parecido a lo que suele hacer un trío de Jazz.

Miles Davis decía que antes que una forma musical determinada, el Jazz era una manera de encarar la música, un modo abierto y libre de abrazar la vida.

No sé que tipo de composición será la que genera este comité (aventuro que tampoco lo saben Lara y Ariel), pero sí tengo la certeza de un entusiasmo único, que es el de trabajar saltando al vacío junto a dos personas a quienes respeto y quiero.

No es algo menor en un mundo en donde reinan el dolor y la desesperanza.

Jean-Luc Godard
Fotograma de la película Prenóm Carmen, 1983
Director de fotografía: Raoul Coutard, Jean Garcenot

 

Desde siempre me sedujo mucho la idea que un comité de tres personas -un triángulo-, trabaje, discuta, reflexione, proponga y arme cosas alrededor de un medio cuyo formateo original tiene bastante más que ver con el cuadrado o el rectángulo, ese paraguas llamado fotografía. Si hay algo que este cadáver exquisito tramposo llamado Veinticuatro exposiciones dejó expuesto es ese accionar, ese jugueteo, esa forma de pensar y compartir que el programa de los últimos años de la Fotogalería viene proponiendo. Y qué mejor imagen que la de un cadáver para imaginar la fotografía.

Veinticuatro exposiciones reunió la comunión de imágenes y palabras como parte de la cadencia de exhibiciones que la Fotogalería viene desarrollando desde 2018. Esta última  experiencia expositiva dejó en evidencia nuestra forma de trabajo, basada en la fluidez del intercambio y en la idea de construcción permanente.

Pensamos a la Fotogalería bajo el eje de un programa curatorial capaz de articular material de archivo  y producciones actuales, exhibiciones colectivas e individuales con hipótesis y producción propia como signo distintivo de nuestro espacio, un lugar de pertenencia que aspiramos con el tiempo siga siendo apropiado por todxs. Un espacio que se piensa tal como una composición abierta, que de lugar a la práctica artística principalmente bajo la forma de fotografía, pero también a producciones que tienen otras formas.

Veinticuatro exposiciones es (conjugar en pasado presentificado perpétuo) Un film en train de se faire con la forma del boceto de una exposición, con todas esas líneas de fuerza que se abrazan, se separan y se vuelven a encontrar. Una apología sobre los objetos más simples de ver, que siempre van a ser los más complicados.


El hechizo como una de las bellas artes consumado en una ceremonia pública y secreta al mismo tiempo. Un manifiesto sobre el poder y la ineptitud de las imágenes desde el brillo cegador de las pantallas. Una excusa, otra vez la mejor de todas, para mirar a la vez, en conjunto, de a tres, de a muchos. El placer de admirar el silencio de una fotografía junto con amigos.

Lara Marmor, Ariel Authier y Bruno Dubner

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