24 EXPOSICIONES

Una construcción entre imágenes y palabras a lo largo del tiempo

MUESTRA 17/

Brindis

Germaine Derbecq, 1942.
Foto: Pablo Curatella Manes.
Archivo Germaine Derbecq

 Germaine Derbecq  (1899–1973) escribió sobre arte en Le Quotidien y luego en Artinf. Entre 1960 y 1963 asumió la dirección artística de la Galería Lirolay, creada tres años antes que el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Lo que es Revelación (publicada por editorial Ivan Rosado en 2020) es el primer volumen de ensayos en el que los historiadores del arte Florencia Qualina y Federico Baeza se ocupan de decodificar el ímpetu modernizante y tenaz del ejercicio de la escritura crítica y curatorial de Derbecq, agente clave entre los años cincuenta y setenta en la avanzada cultural.

Los ensayos seleccionados dan cuenta del interés de Derbecq por lxs artistas de su tiempo, pero también por el apremio que identificaba en la generación de estrategias por parte de un Estado activo en la escena cultural, siempre atravesadas por ideas audaces, tal como podrá observarse en la cita que comentaré en el siguiente párrafo. En Lirolay generó un espacio para lo entonces considerado nuevo, desde las cosas de Santantonín al El súper elástico de David Lamelas; pasaron por entonces, en exposiciones que se realizaban de manera semanal o quincenal cientos de artistas jóvenes: desde los informalistas, Cancela-Mesejean, Stopani, Greco y muchas artistas mujeres -a las cuales por cierto hoy se les vuelve a dedicar una sala entera como parte del programa curatorial en el Museo Sívori (actualmente pueden verse los dibujos de Martha Zuik y en 2019 se expusieron las pinturas de Silvia Torras).

En esta exposición, que en realidad es una reseña, quiero destacar un artículo de 1953 a propósito de mencionar el interés de Derbecq por la exhortación de la implementación de una política cultural con obra contemporánea en el espacio público. “Esperemos que nuestras ciudades se purifiquen, se embellezcan con monumentos de esta calidad, pues cada escultura de (Martín) Blaszco constituye en sí un monumento en potencia que lo urbanistas deberían aprovechar…”  Pongo en relieve esta cuestión porque hace tiempo me pregunto cómo es posible que no se desarrolle un programa de arte contemporáneo en el espacio público sostenido a lo largo del tiempo. Luego del encierro absoluto y en un estado de semi ocupación de los espación cerrados, esta pregunta vuelve a tomar más fuerza entre las exposiciones que se realizan en la las veredas de la calle, con la nueva apropiación de lxs ciudadanxs de las plazas, los parques, de las veredas y las explanadas de los edificios ¿qué estamos esperando para retomar la iniciativa de Derbecq?

Por último, Germaine Derbecq es parte de una genealogía de curadoras cuyo trabajo festejo comience a ser recopilado y estudiado. Sólo menciono en este espacio a Laura Buccellato y el desarrollo del programa que desarrolló entre el 1988 y 2002 en el ICI, luego Centro Cultural de España, a Sara Facio que entre 1985 y 1998 fundó y dirigió la mismísima Fotogalería del San Martín.

Había quedado pendiente un brindis por Germaine, por Lo que es revelación, por todas y muchas más.  

Lara Marmor

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