24 EXPOSICIONES

Una construcción entre imágenes y palabras a lo largo del tiempo

MUESTRA 6/

¿Cuán lejos puede llevarte una imagen?

Ivana Vollaro
Sin título, 2017, Fotografía digital

Aunque parece un still del programa Trick and Treat with The Magic Hands, conocido en Argentina como Las manos Mágicas, la foto es parte de la serie llamada Cosecha y empaque, que Ivana Vollaro realizó a partir de las acciones de apropiación y ampliación a tamaño póster sobre papel fotográfico. Las imágenes originales se encuentran en un manual que fue publicado en 1936 por el Ministerio de Agricultura de la Nación. El libro, que curiosamente tiene un sello de la biblioteca de la Penitenciaría Nacional, explica el modo en que los fruticultores argentinos debían empacar la fruta para exportar a Brasil, Estados Unidos e Inglaterra. 

Sobre las fotos originales que registran la secuencia de una mano masculina enseñando a la cámara la manera en que se debe envolver una manzana con papel -llamado en la jerga popular papel frutero-  sólo se sabe que han sido tomadas en el Reino Unido por unx fotógrafx anónimo en 1934, el mismo año en que se fundaba en Inglaterra The Vegan Society y Agatha Christie publicaba Asesinato en el Orient Express. 

Unos años antes, con la crisis internacional de 1929 se había producido una tremenda contracción del mercado internacional de carnes y cereales, los productos con los que Argentina se había transformado en uno de los principales proveedores de alimentos y materias primas del mundo. Frente a la crisis, durante los treintas, el Estado decidió darle un espaldarazo a la fruticultura, una industria que hasta entonces no se había desarrollado. Así fue como el Ministerio de Agricultura, en plena década Infame, publicó el manual destinado a los novatos fruticultores argentinos con lecciones sobre técnicas de cultivo y empaque de peras, uvas y manzanas porque Argentina, ex granero del mundo, aspiraba convertirse con sus frutas envueltas con la elegancia del furoshiki japonés, en la nueva California. 

Curiosamente en esta época comenzaron a circular manuales, boletines y revistas realizados por sellos editoriales comerciales y también por órganos del Estado, muchas de estas publicaciones tenían fotografías e inclusive llegaron a compartir en reiteradas ocasiones pinturas de distintos artistas. Los chacareros de Berni llegó a ser figurita repetida.  

Gracias a la obra de Ivana Vollaro, llegamos a entender la razón por la que el Ministerio de Agricultura publicó un libro con imágenes sobre el arte de envolver fruta. Todavía no tengo elementos para explicar el por qué de la existencia de un ejemplar de este tipo tuvo como destino un estante de la penitenciaría (esto quedará para un próximo capítulo). Sólo sé que muchos enigmas se resuelven y a la vez se abren cada vez que nos encontramos frente a una pieza de Ivana Vollaro. Una artista cuyas obras, llenas de pistas, se entrelazan entre misterio y misterio. 

Lara Marmor

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